Los Mapas en la clase de Historia.

Los mapas han sido desde siempre un elemento fundamental para la comprensión del mundo y de los fenómenos que en el suceden.

Saber manejarlos y entenderlos es una competencia fundamental que debemos trabajar con nuestros alumnos en el aula:
Nos permiten una primera visión al fenómeno.
Lo situan correctamente en el espacio.
Permiten relacionar el fenómeno con el entorno.
os mapas sirven además para fijar los contenidos en la memoria, porque son referentes visuales fácilmente reconocibles.
Sirven también para poner en concordancia un marco geográfico con un momento cronológico concreto, o bien un fenómeno de larga duración.
Con los mapas visualizamos los antecedentes y las consecuencias, los agentes y las voluntades, las estructuras y las circunstancias de los acontecimientos y fenómenos históricos.

El comentario de un mapa de Historia (como ha señalado M. Huguet) debería incluir, por lo menos, los siguientes elementos:
1. Una descripción del mapa en sí mismo.

Aspectos formales como la tipología gráfica y aspectos expresivos, el sistema de signos y leyendas.

2. Una explicación del escenario representado.

- El primer paso es fijar los límites geográficos plasmados en el mapa, se precisa la localización espacio-temporal del mapa, distintas huellas -nombres de ciudades, estados, fechas, símbolos de batallas...- facilitan la localización.

3. La localización geográfica, temporal y temática.

Se inicia con la determinación del escenario y la datación de los acontecimientos representados. Conocidos ambos, los elementos del mapa nos proporcionan la temática central del mismo.

4. Un análisis del tema central.
Establecer una jerarquización de las temáticas, principales y secundarias, que pueden leerse en el mapa. Para abordar el tema central, habrá que incidir en las condiciones históricas que le confieren toda su relevancia y significación; señalar los antecedentes y consecuentes de la cuestión.

5. Unas conclusiones.